El restaurante del hotel Hyatt Centric, ubicado en Enrique Foster #30, Las Condes, eleva la gastronomía, mientras te permite estar en un ambiente que puede ser de negocios y distendido.
El ritmo de la rutina santiaguina es difícil de parar. Metro, tacos y semáforos cortos hace que muchas veces no podamos parar y que cuando logramos “bajar la maquina” eso valga la pena. En pleno Apoquindo, a pasos de El Golf está Amandine Bistró, un lugar que hace que valga la pena parar y disfrutar cada minuto que estamos ahí.
Productos chilenos, preparaciones francesas y una pasión por realzar sabores son parte de suma de elementos que hacen que este restaurante sea un must para quienes amamos la buena mesa. Te contamos en las próximas líneas como fue nuestro viaje en este mantel largo.
Para empezar
Ruby Scholdis, el chef belga del restaurant es firme es su bienvenida: “vamos a disfrutar de esta comida como debe ser. Vamos a probar el caviar como lo hacen los rusos” y en ese instante llegan pequeños cortos de vodka para, cito, “limpiar el paladar”. Y con esto, le damos el punta pie inicial a una de las estrellas de la mesa: Caviar, huevas de Esturión Oscietra que se obtiene desde las costas chilenas y que se sirve junto a blinis – pequeñas tortillas- crema acida y variados acompañamientos. La experiencia del Caviar, cuyo costo va de entre los $75.000 hasta los $120.000.
Si la jornada hubiera terminado ahí, me hubiera ido contenta. Pero Amandine tenías más sorpresas y pudimos probar gran parte de su carta, la que va desde las pastas hasta el pato, pasando por huevos, pescado y cremosos, todo con un toque de alta cocina, lo que hace que una salida a este restaurante sea inolvidable.
Un recorrido de más a más
Una de las cosas de recorrer un menú es que vas creciendo en lo que comes. El siguiente plato suele ser más contundente o más impactante en su preparación,. Pero en Amandine encontré que todos los platos están muy arriba y que el al final una va creando favoritos por gusto personales más que por si es fondo o entrada.
Por ejemplo las morcillas con huevo – Morilles Au Coulis de foie gras $16.000 – un contundente pan de campo que es coronado con un huevo pochado, morcellas de Valdivia y escarchas de foie gras, es un plato que deslumbra por todos lados y que al probarlo no se puede olvidar. Han pasado unas semanas desde que fui y todavía sigo pensando en el.
A ratos la cocina francesa puede ser intimidante para los nuevos comensales, sabores y nombres extravagantes – que simplemente están en francés – nos hacen creer que el plato será mas un desafío que una buena comida. En Amandine logran dar con la tecla perfecta y equilibrada para que esto no ocurra y que la experiencia de probar algo nuevo sea totalmente grata.
Las pasta, con los Spaghetti al caviale – $19.500 – tambien se vuelve a elevar y a esta altura entre los clientes del restaurante, este plato es un “must” de la carta. Equilibrado y a la vez sublime.
Ese dulce final
Por supuesto que el punto final a cualquier velada son los postres y aquí, si bien no hay muchas opciones, son postres contundentes y por supuesto, deliciosos.
Tuvimos la oportunidad de probar cada uno de ellos y si tuviera que hacer un ranking con mis tres favoritos, mi numero 1 por siempre, será el Volcán de Manjar. Dulce, cremoso, potente. Una delicia por todos lados.
En un segundo lugar la mil hojas de vainilla y frambuesa, que refresca y no es empalagoso, un error que para mi a esta altura es imperdonable ya que el manjar a ratos no deja ver algunas imperfecciones. Por suerte este no tiene y la vainilla y la frambuesa brillan. El tarte tatin, un clásico, ideal para quienes quieren volver a recorrer Francia.