Con años de investigación en sus espaldas, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) presenta un vino directo desde la Región de Aysén.
Desde el 2017 que el proyecto nacido en Chile Chico se ha estado trabajando.
Centrados en la innovación y en la calidad, INIA, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias está ad portas de presentar Keóken: el vino más austral del mundo.
Todo comenzó en 2012, cuando profesionales del instituto comenzaron a investigar el lugar. Ya para el 2017 se empezó a trabajar en la elaboración del vino, en la localidad de Chile Chico.
Un vino austral
La palabra Keóken es en realidad un concepto de la lengua Tehuelche y significa “amanecer”.
Y un amanecer fue el que tuvieron las viñas de la Patagonia, las que, ubicadas en la latitud 46°32′, están sometidas a varios impactos climáticos.
Pero esta ubicación, les permite decir que son los más australes del mundo, ya que todo el proceso, tanto de cultivo, elaboración y embotellado se produce ahí.
De la Patagonia a la mesa
El equipo de trabajo del centro regional INIA Tamel Aike es el primero en producir vinos en la Patagonia chilena. Si bien las condiciones fueon complejas – alta ventosidad y bajas temperaturas – tuvieron la ventaja de tener noches frías y largos días soleados en verano. A esto se sumo la moderación que entregan las aguas del lago General Carrera.
Esto ha derivado en la elaboración de vinos de distintas cepas, de las que se presentan las más prometedoras: Pinot Noir y Sauvignon Blanc, que habían sido envasadas anteriormente, y a las que hoy se suma Chardonnay.
El origen de Keóken
Durante el año 2014, INIA comenzó con la investigación para extender la oferta de la viticultura nacional hacia el sur austral. Posteriormente en 2016, la enóloga e investigadora de INIA Marisol Reyes y en conjunto con otros investigadores de la entidad, plantaron ocho variedades en La Araucanía y Chile Chico, siendo esta última localidad donde se creó Keóken, producido y embotellado en origen por INIA Tamel Aike.
En el futuro, los investigadores de INIA esperan avanzar en el manejo de los viñedos y la elaboración de vinos. Conjuntamente, se presupuesta ir transfiriendo las tecnologías generadas y apoyar a los productores locales.