Un paseo en La Mar

Noviembre 5, 2018
Updated 2018/11/05 at 5:22 PM

Cambia la temporada y La Mar no se resiste a entregar nuevas propuestas en su coctelería y en sus platos.

Cuando llevas más de 10 años en la industria gastronómica. Cuando vez como nacen y mueren propuestas innovadoras y cuando tu competencia empieza a acercarse hay que tomar medidas o bien confiar en que lo que haces es tan potente que ni el tiempo ni las nuevas tendencias te van a afectar.

A La Mar le pasa un poco de ambas cosas. Saben muy bien lo que ofrecen y sus clásicos siguen ahí, firmes en la carta, pero tampoco pueden dormir en los laureles y hay que renovarse. Más aun cuando la propuesta de la gastronomía peruana parece no tener límites en Santiago.

¿Qué más puede entregar La Mar a sus comensales? Por suerte, mucho, mucho más.

La semana pasada pudimos conocer de primera fuente sus nuevas propuestas y como siempre, termina siempre siendo un agrado para todos los sentidos. Desde el recibimiento en la entrada hasta cuando te retiran el café.

He dicho antes que La Mar es uno de esos restaurantes, pocos, por cierto, donde cada peso vale la pena y que una no se arrepiente de nada.

Lo que probamos

Al llegar, los colores inundaron la mesa: ahí veíamos sus nuevos cocteles los que tienen un paseo por los clásicos y por la innovación, donde el gin, el pisco y hasta el vino son la base de los nuevos 6 cocteles que como aperitivo andan muy bien.

Mis favoritos: “Dime que te quedarás” con base Cabernet Sauvignon y canela y Apasionado, con pisco quebranta, maracuyá, hierba luisa, lima y un toque de amargo.

Primer tiempo

Luego de los cocteles dimos paso a las entradas frías. 5 platos para abrir el apetito a cualquiera, con mucho color, sabor y picor. Como suele ser en La Mar.

Es difícil poner en la lista cual es mejor que el otro, pero no es difícil seleccionar el que más nos llamó la atención y ese puesto se lo doy al Tiradito Vacilón, delicados trozos de pescado fresco con leche de tigre, palta y uno toque de albahaca que realmente aporta mucha frescura al plato.

La Causa Mixta también se robó las miradas y los paladares. Si bien es un clásico, el restaurante pone en la mesa un plato multicolor donde la causa negra, que se obtiene de papa teñida con tinta de calamar, cautiva al comensal. Sobre ella se sienta un tártaro de salmón, creando un efecto de colores increíble.

Los fondos y el picoteo caliente

Es difícil ir a La Mar y escoger un solo plato. Además, según nos cuenta Carlos Labrín, su cocinero principal, la idea es que la gente pida varios platos y en camaradería los comparta.

Por lo mismo, dentro de la carta, que tendrá casi un 75% de cambios, aparecen platos como el Pulpo La Mar o la Sopa Seca Marinera, los que se pueden compartir entre 3 o 4 comensales.

Mención especial también al Sudado de pejesapo con jaiba, el cual, de forma generosa, entrega lo mejor de los productos del mar.

Pero hubo un plato que se llevó todos los premios: El Rocoto Relleno, el cual fue suavemente preparado para que su picor no sea más que una anécdota y un deje final de sabor. Por encima lo cubre una ligera capa de tempurizado, realzan esa mezcla nikkei que tanto gusta y que tan bien hacen aquí.

Los benditos postres.

La jornada se ha extendido por horas ya y aún falta, lo que, para mí, es un punto crucial: Los postres.

Aquí no hay por donde equivocarse. La propuesta de La Mar es innovar en los clásicos, entregar una reinversión del sabor y dejar al comenzar satisfecho.

El primero postre que probamos fue la ya clásica leche volteada, la cual cuenta con una capa delicada de caramelo que protege suavemente la consistencia tan clásica del postre.

Otro que es imperdible es el Manzanita Andina, donde los cubos de manzana se flambean con pisco acholado y descansan sobre una creme brulee de quínoa y una crujiente masa cereales andinos y helado de quínoa.

La Mar vuelve a sorprender. Es uno de los pocos restaurantes en Santiago donde los elementos tan básicos del servicio son siempre perfectos. Donde la atención es real y donde la calidad se siente en cada bocado.

Vale la pena recordar que también es uno de los pocos restaurantes que cuentan con el sello azul de sernapesca, certificando con esto la calidad de sus pescados y mariscos y el respeto por las vedad.

La Mar se encuentra en Nueva Costanera 4076, Vitacura. No es necesario hacer reserva, pero de todas formas se recomienda. Estás se pueden hacer al teléfono +56 2 2206 7839.

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