Conoce más del bosque nativo de Viña Tarapacá

Marzo 25, 2021
Updated 2021/03/25 at 1:48 PM

Ubicado en el Fundo Tarapacá cercano al Cordón de Cantillana y al río Maipo la viña busca conservar más de 2.000 hectáreas de bosques nativos que rodean los viñedos.

A lo largo de su historia, Viña Tarapacá se ha preocupado de construir y proteger su legado, uno que ha crecido dentro de los 35 hotspots mundiales, territorios donde hay una concentración significativa de endemismos, que en muchos casos se encuentran amenazados por la acción del ser humano.

Uno de sus planes busca conservar las especies nativas y endémicas y recuperar el ecosistema del Fundo Tarapacá, ubicado en el Valle del Maipo, que ha sido el hogar de la familia Tarapacá durante 25 años.

El Fundo Tarapacá está inserto entre el Cordón de Cantillana, sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad, y el Río Maipo, que se configura como un corredor biológico natural. Los cerros que lo rodean constituyen el hábitat para una gran diversidad de flora y fauna endémica y nativa, por lo que Viña Tarapacá inició en 2016 el trabajo para conservar parte de las más de 2.000 hectáreas de bosques nativos que rodean los viñedos y reparar así las áreas degradadas al interior del predio.

Idea verde

Es por esto que el plan maestro, puesto en marcha en 2017, tiene por objetivo restaurar quebradas y crear una red de corredores biológicos que restablezca la conexión entre el macizo de Cantillana y el Río Maipo a través de los viñedos del predio, fortaleciendo de esa manera las murallas protectoras de este clos natural.

“A través de este plan de Viña Tarapacá, se obtendrán resultados que irán en directo beneficio de los vinos. Los bosques nativos, por ejemplo, regulan la presencia de organismos claves en el proceso de fermentación del vino, lo dotan de un carácter único y permiten reducir la utilización de plaguicidas pues entregan al sistema una mayor
capacidad de respuesta ante eventos de plaga”

Sebastián Ruiz, enólogo de Viña Tarapacá.

El plan reintegra en total 110 hectáreas de vegetación nativa, 70 desde el reemplazo paulatino de plantaciones forestales y viñedos de laderas a partir de la facilitación de un proceso de restauración pasiva y 40 a partir de la creación de corredores biológicos en el interior de áreas cultivadas.

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