Mezclando la cocina italiana con los frutos del mar Portofino, ubicado en el cerro esperanza de Valparaíso, realza sus sabores para la temporada veraniega.
13:30 horas de un miércoles y las ganas de romper esa suerte de rutina o incluso la semana suelen pronunciarse un poco más. Por suerte estamos en la región de Valparaíso y podemos escapar a Portofino, un clásico del puerto principal que es capaz de transportarte a donde no hay preocupaciones, en especial durante las vacaciones.
La carta, que tiene grandes influencias italianas y que rinde tributo, es capaz de satisfacer a los comensales más refinados, así como aquellos que quieren atreverse. Por supuesto tambien hay opciones para quienes no consumen carnes y tambien para los niños, a los que se les puede preparar algún tipo de pasta – espagueti, fetuchini o gnoquis – con una salsa de pomodoro o pesto.
Un almuerzo diferente
Con el Pacífico de fondo comenzamos a disfrutar y, por recomendación del chef, partimos con los locos, que no están en la carta y que puedes pedir si es que hay y si las veda lo permite. Generalmente la mayonesa es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en estos moluscos, pero aquí la usan como la salsa que es y no como el acompañamiento. En vez de eso preparan una entrada con lentejas cocidas y cebolla fresca, que termina potenciando todo el sabor del plato, y que si gustas puedes aderezar con mayo. Un acierto.
Con los fondos la historia siempre nos lleva a los pescados y en Portofino “la pescá” del día se sirve con un puré de garbanzo – que no, no es un hummus – y se corona con mariscos en emulsión. Un plato contundente, donde el toque es la frescura y los sabores. Este plato lo recomiendo de sobremanera, pero debo advertirles, que, dependiendo el pescado puede tener varias espinas, las que, por la naturaleza del tipo de producto no se pueden sacar, como si pasa por ejemplo con algunas preparaciones con salmón o reineta.
Otro plato estrella es la Abacora – uno de mis pescados favoritos – a la livornese. Tomate, alcaparras y un acompañamiento de papa se unen a un filete de pescado generoso y en su punto. El plato es bien sazonado, donde la alcaparra pide su lugar pero sin opacar el resto. Lo recomiendo en especial para quienes quieren probar algo que no harían en casa ni tampoco se quieren arriesgar, por ejemplo con un risotto noir.
El tiempo dulce.
AH los postres. Ese momento donde se cierra la escapada. La propuesta aquí es variada, desde helados artesanales hasta postres más sofisticados donde lo clásico resalta. Nosotros nos fuimos por la torta Quatro Latte: Un bizcocho con manajar, merengue y salsa de tres leches. Dulce como el solo y perfecto para mirar el mar de fondo.
Luego nos refrescamos con la selección de helados artesanales: 3 bolas de helados de la casa, donde hay frutos rojos, vainilla y piña. Para limpiar el paladar.
Tanto sus platos como lo spostres los puedes acompañar con una interesante selección de vinos chilenos y su personal siempre puede recomendarte opciones de maridaje, tanto por copa como por botella.
Cordenadas
Restaurante Portofino se encuentra en Bellamar 301, Cerro Esperanza, Valparaíso. Puedes reservar desde su página web.
La atención es de martes a sábado de 13.00 a 21.30hrs, mientras que los domingo es de 13.00 a 16.00hrs.
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